La vitamina B6 es en realidad un grupo de tres compuestos químicos llamados piridoxina (o piridoxol), piridoxal y piridoxamina. La piridoxina interviene en más funciones corporales que la mayoría de los demás nutrientes. Influye en la salud física y mental. La vitamina B6 interviene en la elaboración de sustancias cerebrales que regulan el estado de ánimo, como la serotonina, pudiendo ayudar, en algunas personas, en casos de depresión, estrés y alteraciones del sueño.
Además interviene en la síntesis de GABA (ácido gamaaminobutírico) un neurotransmisor inhibitorio muy importante del cerebro. Es beneficiosa para quienes sufren de retención de liquido, y es necesaria para la producción de acido hidrochlorico (HCI) y para la absorción de las grasas y las proteínas.
La piridoxina también ayuda a mantener el equilibrio del sodio y el potasio, y promueve la formación de los glóbulos rojos de la sangre. Es importante para el sistema nervioso, para el funcionamiento normal del cerebro V para la síntesis de los ácidos nucleicos RNA y DNA, que contienen las instrucciones genéticas para la reproducción Y el crecimiento normal de las células. La piridoxina activa muchas enzimas, ayuda en la absorción de la vitamina B12, al funcionamiento del sistema inmunolágico y a la producción de anticuerpos.
La vitamina B6 interviene en la inmunidad contra el cáncer y ayuda a prevenir la arteriosclerosis. Inhibe la formación de homocisteina, que ataca el musculo cardiaco y permite que el colesterol se deposite alrededor de él. La piridoxina es ligeramente diurética y reduce las molestias del síndrome premenstrual. Además, es útil en la prevencion los cálculos renales de oxalato de calcio y coadyuda en el tratamiento de las alergias, la artritis y el asma.
La falta de vitamina B6 se reconoce por la presencia de anemia, posibilidad de convulsiones, dolores de cabeza, náuseas, vómito, escamación de la piel, e inflamación y dolor de la lengua. Otras posibles señales son acné, anorexia, artritis, conjuntivitis, grietas o úlceras en la boca y los labios, depresión, fatiga, hiperirritabilidad, mala cicatrización de las heridas, inflamación en la boca y las encías, dificultades de aprendizaje, mala memoria, pérdida de cabello, problemas auditivos, entumecimiento, piel facial grasa, retraso en el crecimiento y sensación de hormigueo. El síndrome del túnel carpiano se ha relacionado con una deficiencia de vitamina B6.
Aunque todos los alimentos contienen vitamina B6, las mejores fuentes son zanahoria, pollo, levadura de cerveza, huevos, pescado, carne, guisantes, espinaca, pipas de girasol, nueces y germen de trigo. Otras fuentes de esta vitamina son aguacate, platano, frijoles, melaza, brócoli, arroz integral y otros granos enteros, col, melón cantaloupe, las maíz, algas dulse, patata, salvados de arroz, soja y tofú, alfalfa y avena
Esta vitamina es muy popular entre los deportistas ya que incrementa el rendimiento muscular y la producción de energía. Eso es debido a que cuando hay necesidad de un mayor esfuerzo favorece la liberación de glucógeno que se encuentra almacenado en el hígado y en los músculos. También puede colaborar a perder peso ya que ayuda a que nuestro cuerpo consiga energía a partir de las grasas acumuladas
Los antidepresivos, las terapias a base de estrógenos y los anticonceptivos orales pueden aumentar los requerimientos de vitamina B6. Los diuréticos y las drogas que contienen cortisona bloquean la absorción de esta vitamina. El uso prolongado de altas dosis de vitamina B6 (más de 1.000 miligramos al día) puede resultar tóxico y provocar daños en los nervios y pérdida de coordinación.