Sería un reto tratar de explicar la digestión sin describir el papel que juegan las enzimas. Son bastante diferentes a los probióticos, aunque los dos tienen una estrecha relación. Las enzimas digestivas son moléculas de proteína microscópicas que tienen su propia forma única y se encuentran en todo nuestro cuerpo.

Cada enzima tiene un "sitio activo" diseñado para atraer y conectarse con otras moléculas específicas, como un candado y una llave. Así como todos tenemos diferentes propósitos y trabajos, también los tienen las enzimas digestivas, pero su función principal es descomponer diferentes tipos de moléculas de alimentos en sus componentes básicos. Esto es para que puedan absorberse fácilmente a través de la pared intestinal y en el torrente sanguíneo para su utilización.

Las enzimas digestivas se dividen en tres grupos principales, cada uno de los cuales tiene diferentes 'trabajos' y descompone diferentes tipos de nutrientes:

• Amilasas: descomponen principalmente los carbohidratos en azúcares simples que el cuerpo puede usar como energía .
• Proteasas: descomponen principalmente las proteínas de los alimentos en aminoácidos, que luego el cuerpo puede utilizar
• Lipasas : ayuda al cuerpo a procesar y descomponer grasas, aceites y triglicéridos.

Aunque ambos ayudan al proceso digestivo, los probióticos y las enzimas digestivas no son lo mismo. Las enzimas digestivas son moléculas que ayudan en la descomposición de los alimentos que comemos, mientras que los probióticos son microorganismos vivos que viven en nuestro intestino y afectan positivamente a nuestro cuerpo/procesos fisiológicos. Tanto los probióticos como las enzimas digestivas son vitales para nuestra salud digestiva y realizan funciones complementarias

Al igual que las enzimas digestivas, las poblaciones de probióticos pueden verse alteradas por el estrés, la medicación, nuestra dieta y la edad. Los probióticos ayudan con la digestión de ciertos alimentos, ya que en realidad tienen la capacidad de producir o influir y fomentar la producción de diferentes tipos de enzimas, incluidas ciertas enzimas digestivas. Por ejemplo, las especies del

Además de nuestra propia producción endógena de enzimas digestivas, las enzimas también pueden extraerse de los alimentos y tomarse como suplementos. Los suplementos de enzimas digestivas pueden ser útiles para aquellos que luchan con síntomas incómodos como reflujo ácido, estreñimiento, náuseas, diarrea, indigestión y sensibilidad a los alimentos, SII, gases, distensión abdominal y otras complicaciones. Dicho esto, debe tenerse en cuenta que la dieta y el estilo de vida son igualmente importantes cuando se trata de mejorar nuestra digestión.