Osteoporosis

osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad progresiva en la cual los huesos se vuelvan cada vez más frágiles, lo que produce cambios de postura y vuelve al paciente sumamente susceptible a las fracturas óseas. La palabra osteoporosis, que se deriva del latín, significa literalmente "huesos porosos". Debido a las diferencias fisiológicas, nutricionales y hormonales que existen entre los hombres y las mujeres, la osteoporosis afecta primordialmente a las mujeres. Sin embargo, los hombres también sufren pérdida ósea, frecuentemente como efecto secundario de ciertas medicinas, como las empleadas en la quimioterapia, la hormona tiroides, corticosteroides y anticonvulsivos, así como otras dolencias. En Estados Unidos, la mitad de todas las mujeres y el 25 por ciento de los hombres entre los veinticinco y los setenta y cinco años muestran alguna señal de osteopenia (baja masa ósea) o de osteoporosis.

La masa ósea se va renovando constantemente. Las células llamadas osteoblastos son las responsables de generar los huesos, y son otras células llamadas osteoclastos las que eliminan el hueso viejo a medida que sus minerales se absorben por otras partes del cuerpo. Si los osteoclatos descomponen la masa ósea más rápido de lo que se reemplaza, el hueso se hace menos denso y más propenso a romperse con facilidad. Los huesos generalmente alcanzan su punto máximo de fortaleza hacia los treinta años. Después, empiezan a declinar. En las mujeres el proceso se acelera con la menopausia. Si no se ha acumulado suficiente masa ósea durante la niñez, adolescencia y madurez, o si se ha perdido demasiado rápidamente en años posteriores, hay un mayor riesgo de osteoporosis.

Para diagnosticar la osteoporosis hay que medir la densidad de los huesos. Los criterios a seguir son los establecidos por la Organización Mundial de la Salud y se han obtenido midiendo la masa ósea de personas que no han tenido fracturas relacionadas con una baja masa. La medida estándar es, por tanto, la densidad ósea de una mujer premenopáusica de treinta años. El baremo que se utiliza se denomina Tscore o desviación estándar (SD, en inglés). Los Tscores menores de 1 SD indican un riesgo de fractura bajo. Un Tscore entre 1 y 2 se considera que anuncia osteopenia, mientras que Tscores con una desviación de la medida estándar superior a 2,5 supone que existe osteoporosis. Pero no sólo se usan los Tscores para determinar el riesgo de fractura. Las mujeres pesadas tienen menos riesgo de fracturarse un hueso en una caída que las mujeres delgadas; las mujeres que toman medicamentos que pueden afectar al equilibrio son más propensa a caerse y romperse un hueso. De modo que dos mujeres con el mismo Tscore pueden tener riesgos de fractura distintos.

Por tanto, aunque se puede diagnosticar a muchas mujeres como enfermas de osteoporosis, muchas no sienten ningún efecto. El Tscore se basa en una comparación con los huesos de una mujer de treinta años, por lo que el listón queda muy alto. Además, se puede tener osteoporosis en una parte del esqueleto pero no en otra. La columna y las caderas son las zonas más delicadas porque cuando se produce una fractura de cadera, por ejemplo, en una persona mayor, la curación lleva mucho tiempo. Asimismo, la osteoporosis de la columna puede provocar pérdida de altura y curvatura de la espina dorsal. Actualmente hay técnicas de diagnóstico precoz que permiten tratar antes de que se produzca ninguna fractura, y muchas personas descubren que tienen osteoporosis antes de romperse nada. La osteoporosis no es curable, pero hay diversos métodos que pueden frenar su avance.

Mucha gente cree que la causa de la osteoporosis es solamente la deficiencia de calcio en la dieta y que, por tanto, se puede remediar tomando suplementos de este mineral. Esta creencia es incorrecta. Lo realmente importante parece ser la manera en que el calcio es absorbido por el cuerpo, no necesariamente la cantidad consumida. También es importante el tipo de calcio. Aun cuando tomar suplementos de calcio es importante, en el manejo de la osteoporosis intervienen otros factores. El equilibrio correcto de las vitaminas C, D, E y K desempeña un papel vital en la lucha contra esta enfermedad, al igual que las proteínas y la regulación de la cantidad de algunos minerales, como magnesio, boro, potasio y ácido fólico. Hay un cierto debate sobre la osteoporosis y el papel de las proteínas en la dieta. Algunas investigaciones indican que consumir grandes cantidades de proteína puede provocar un desequilibrio ácido en el cuerpo. En este caso, el organismo contraataca liberando minerales del hueso, como el calcio. Un punto de vista contrario es el que alega que el consumo de proteína aumenta la producción de un factor de crecimiento parecido a la insulina denomina IGF1, responsable de mantener la fortaleza muscular y de los huesos.

En los Estados Unidos hay 25 millones de personas (80 por ciento son mujeres) afectadas por osteoporosis. Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad y es responsable de más de 1.5 millones de fracturas anualmente, entre ellas 300.000 fracturas de cadera, 700.000 fracturas vertebrales, 250.000 de muñeca y más de 300.000 en otros puntos del cuerpo. Los hospitales y residencias para ancianos de los Estados Unidos se gastan al año unos 14.000 millones de dólares cada año en costos relacionados directamente con la osteoporosis y otras fracturas relacionadas con ella.

Hay tres clases básicas de osteoporosis. Se cree que la tipo I se debe a cambios hormonales, en particular a la pérdida de estrógeno, factor que acelera la pérdida de minerales de los huesos. La osteoporosis tipo II se asocia con deficiencias dietéticas, en especial con la falta de cantidades adecuadas de calcio y de vitamina D, que es necesaria para la absorción del calcio. La tipo III aparece en mujeres y hombres de cualquier edad, y viene causada por los medicamentos que se toman para combatir otras enfermedades no relacionadas con la osteoporosis. Muchas mujeres creen equivocadamente que la osteoporosis es un problema del cual sólo se tienen que ocupar después de la menopausia. Sin embargo, se ha comprobado que la osteoporosis a menudo comienza temprano en la vida y que no es estrictamente un problema de la etapa posmenopáusica. Pese a que la pérdida de hueso se acelera después de la menopausia como resultado del descenso del nivel del estrógeno, la pérdida de hueso empieza antes de la menopausia.

Se sabe que varios factores influyen en el riesgo de desarrollar osteoporosis. El primero, y probablemente el más importante, es el nivel máximo de masa ósea alcanzado en la edad adulta. Para comenzar, cuanto más grandes y más densos son los huesos, tanto menor es el impacto de la pérdida de hueso. Esto quiere decir que las mujeres de baja estatura y de huesos delgados tienen más motivos de preocupación que las mujeres de constitución más grande y de huesos más pesados. Al parecer, la raza y la etnia tienen mucho que ver. Las mujeres de ascendencia asiática y europea del norte tienen más probabilidades de desarrollar osteoporosis, mientras que las mujeres de ascendencia africana tienen menos probabilidades de verse afectadas por esta enfermedad.

Además de lo anterior, también son importantes los hábitos dietéticos y el estilo de vida. Aunque una insuficiente ingesta de calcio influye en la osteoporosis, de igual importancia son otras prácticas dietéticas que afectan al metabolismo del calcio. La cafeína, el alcohol y muchos medicamentos parecen tener un efecto negativo sobre la absorción del calcio. La densidad de los huesos también depende del ejercicio. Cuando el cuerpo hace algún ejercicio en el que recibe peso (como caminar) responde depositando minerales en los huesos, especialmente los de las piernas, caderas y la columna vertebral . En cambio, la falta de ejercicio regular acelera la pérdida de masa ósea. Otros factores que aumentan la probabilidad de desarrollar osteoporosis son fumar, inicio tardío de la pubertad, inicio temprano de la menopausia (natural o inducida artificialmente), antecedentes familiares de la enfermedad, hipertiroidismo, enfermedad hepática o renal crónica y uso prolongado de corticosteroides, anticoagulantes y medicamentos anticonvulsivos.

Calcio y osteoporosis

Los habitantes de Estados Unidos consumen per cápita más productos lácteos y otros alimentos ricos en calcio que los habitantes de cualesquiera otras dos naciones combinadas. En Estados Unidos tenemos, incluso, jugo de naranja y antiácidos fortificados con calcio. Sin embargo, en comparación con nuestros abuelos, consumidos menos alimentos que estimulan el desarrollo óseo, ingerimos menos calcio y hacemos menos ejercicio. Al mismo tiempo, consumimos más proteína de origen animal y alimentos que contienen fosfatos, como bebidas gaseosas. Por tanto, no debe sorprender que también tengamos las tasas más altas del mundo de osteoporosis y de fracturas óseas entre la gente mayor. Obviamente, no sólo debemos consumir una cantidad más alta de los alimentos correctos, sino también más suplementos de alta calidad.

Si depende usted de su dieta para recibir el calcio que necesita, es bueno que sepa que una taza de yogurt lowfat contiene unos 300 miligramos de calcio y que una taza de bróculi aporta 180 miligramos. Los vegetales verdes, las sardinas, el salmón (incluyendo los huesos), los fríjoles y las almendras también son ricos en calcio. Además de aportar este mineral es preciso que su dieta esté equilibrada con la cantidad adecuada de vitaminas y minerales para permitir que el calcio se absorba y sea usado por el hueso. Entre estos están el magnesio, potasio y la vitamina K. El magnesio y el potasio se encuentran en todas las frutas y vegetales. La vitamina K se encuentra en los vegetales verdes hojosos como el bróculi, collard greeens, kale y espinaca. Si se da cuenta de que no recibe las cantidades necesarias de minerales y vitaminas a través de la dieta es recomendable que considere tomar suplementos.

Las farmacias y los herbolarios venden una cantidad increíble de suplementos de vitaminas y minerales de muchísimas marcas y en muchísimas presentaciones. Sin embargo, siguen presentándose diferencias nutricionales significativas entre los diversos suplementos que se consiguen en el comercio. Tratándose de calcio, el número que trae la etiqueta no refleja necesariamente la cantidad de calcio que podemos esperar que nuestro organismo absorba. Por ejemplo, si la etiqueta del producto dice "calcium lactater600 milligrams", esto puede significar que cada tableta pesa 600 miligramos, pero de los 600 miligramos de calcium lactate, sólo 60 miligramos son en realidad calcio listo para ser absorbido. Esto se debe a que los minerales en estado puro no pueden convertirse en tabletas; deben ser combinados con otra u otras sustancias para formar un compuesto estable. En el caso del calcium lactate, el compuesto consiste en calcio más ácido láctico. La información importante es la cantidad de elemental calcium (calcio elemental) que el suplemento contiene. Es este tipo de calcio el que absorbe el organismo. También es posible que haya suplementos que contengan cantidades importantes de calcio, pero en una forma no absorbible, o no absorbible correctamente por el cuerpo. Las letras USP (U.S. Pharmaco
peia) en la etiqueta indican que el producto cumple con los estándares de absorción.

Estas son algunas de las variantes más comunes de calcio que se encuentran en los suplementos:

  • Calcium carbonate. Contiene normalmente un porcentaje elevado de calcio elemental, péro el cuerpo no lo absorbe con facilidad. Contiene un 40 por ciento de calcio elemental por peso.
  • Calcium citrate. El organismo lo absorbe con facilidad. Sin embargo, muchos productos de calcium citrate contienen cantidades menores de calcio elemental. Se puede tomar si su estómago tiene un bajo nivel de ácidos, algo común en las mujeres después de la menopausia y en las personas que toman antiácidos. Este tipo de suplemento contiene un 21 por ciento de calcio por peso.
  • Calcium gluconate. Contiene un 9 por ciento de calcio elemental. A veces causa diarrea y náuseas.
  • Calcium lactate. Contiene un 13 por ciento de elemental calcium junto con ácido láctico.
  • Calcium lactate gluconate. Contiene un 13 por ciento de calcio elemental.
  • Calcium phosphate. Además de calcio contiene fósforo y vitamina D. Esto ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Este tipo de suplemento contiene un 30 por ciento de calcio elemental. (Tums contiene calcium phosphate).

En el caso de los hombres, los problemas con el calcio parecen ser más complejos que lo que se pensaba. Las investigaciones realizadas a lo largo de diez años en el marco del estudio Physicians' Health Study (el grupo que descubrió el efecto de la aspirina sobre el riesgo de ataque al corazón) descubrió que los hombres que consumían dos porciones y media de productos lácteos al día tenían un 30 por ciento más probabilidades de sufrir cáncer de próstata que el resto. Se sabe que el calcio reduce los niveles corporales de 1,25dihydroxy vitamin D. Esta es la forma más activa de vitamina D y no es el mismo tipo de vitamina D que a veces se añade a la leche. La presencia de bajos niveles de esta vitamina podría proteger a los hombres del cáncer de próstata. En un estudio anterior, el mismo grupo de investigadores encontró que los hombres que consumían grandes cantidades de lácteos tenían un 70 por ciento más de probabilidades de contraer cáncer de próstata y que los suplementos de calcio aumentan el riesgo de este cáncer en un 30 por ciento.

Si usted tiene dudas sobre sus tabletas de calcio, puede hacer una prueba en su hogar para determinar si el suplemento se disuelve fácilmente en su organismo. Coloque una tableta en una taza de vinagre y remuévala cada cierto número de minutos. La tableta debe estar completamente disuelta media hora más tarde. Si no lo está, tampoco se disolverá en su estómago y usted debe cambiar de suplemento.

Hierbas

  • El feverfew sirve para aliviar el dolor y es antiinflamatorio.
    Advertencia: No utilice esta hierba durante el embarazo.
  • Para fortalecer los huesos son beneficiosas las hierbas alfalfa, barley grass, black cohosh, boneset, raíz de dandelion, nettle, perejil, raíz de poke, rose hips y yucca.
    Advertencia: No utilice boneset todos los días durante más de una semana, porque consumirla durante períodos largos puede causar toxicidad. El horsetail y el oat straw contienen sílice, que le ayuda al organismo a absorber el calcio.
  • Las isoflavonas de red clover pueden imitar los efectos del estrógeno porque ralentizan el proceso degenerativo de la masa ósea.
  • Hierbas comunes como el sage, rosemary y thyme pueden inhibir la descomposición ósea que lleva a la osteoporosis.

Recomendaciones

  • Consuma abundantes alimentos ricos en calcio y en vitamina D. Buenas fuentes de calcio de fácil asimilación son bróculi, chestnuts, almejas, hojas de dandelion, la mayoría de los vegetales hojosos de color verde, flounder, hazelnuts, kale, kelp, molasses, oats, ostras, salmón, sardinas (con los huesos), vegetales marinos, semillas de sesame, langostinos, soya, tahini (mantequilla de sesame), tofu, hojas de nabo y germen de trigo.
  • Consuma los granos enteros y los alimentos ricos en calcio en distintos momentos. Los granos enteros contienen una sustancia que se une al calcio e impide que este mineral se absorba. Tome el calcio a la hora de acostarse, pues se absorbe mejor y ayuda a dormir bien.
  • Incluya en su dieta ajo, cebolla y huevos (si su colesterol no es demasiado alto). Estos alimentos contienen azufre, que es necesario para tener huesos saludables.
  • Si está usted pasando la menopausia o ya la ha pasado, incluya en su dieta muchos productos de soya. La soya es rica en fitoestrógenos, los cuales pueden, hasta cierto punto, complementar el estrógeno natural del cuerpo si éste no produce lo suficiente. Esto es muy importante en la osteoporosis. La falta de estrógeno esta muy relacionada con esta enfermedad.
  • Evite los alimentos y las bebidas que contienen fosfatos, como las bebidas gaseosas y el alcohol. Evite también el alcohol, cigarrillos, el azúcar y la sal. Disminuya su consumo de frutas cítricas y de tomate, ya que pueden inhibir la absorción del calcio.
  • Evite los alimentos con levadura. La levadura es rica en fósforo, que compite con el calcio por ser absorbido por el organismo.
  • Si usted es mayor de cincuenta y cinco años, incluya en su régimen diario algún suplemento de calcium lactate (si no es alérgico a la leche) o de calcium phosphate, así como también algún suplemento de hydrochloric acid (HCI). Para que el calcio se absorba, en el estómago tiene que haber cantidades adecuadas de vitamina D y de HCI. Por lo regular, la gente de edad avanzada no tiene suficiente ácido estomacal.
  • Si usted está tomando hormona tiroidea o algún medicamento anticoagulante, aumente su ingesta de calcio por lo menos en un 25 a un 50 por ciento.
  • La vitamina K1, que se encuentra en los vegetales verdes hojosos como el kale, los verdes cocinados, espinaca, coles de Bruselas, bróculi, espárrago y algunas clases de lechugas, retrasa la pérdida ósea.
  • Si usted está tomando algún diurético, consulte con su médico antes de empezar a tomar suplementos de calcio y de vitamina D. Los diuréticos tipo thiazide aumentan los niveles sanguíneos de calcio, y se pueden presentar complicaciones cuando se toman junto con suplementos de calcio y de vitamina D. Sin embargo, otra clase de diuréticos aumentan los requerimientos de calcio.
  • Manténgase activo y haga ejercicio con regularidad. La falta de ejercicio puede dar lugar a la pérdida de calcio, pero esto se puede revertir haciendo ejercicio de manera razonable. Caminar es quizás el mejor ejercicio para preservar la masa ósea.

Aspectos para tener en cuenta

  • Según un informe presentado en una reunión de la American Chemical Society en Anaheim, California, el manganeso podría ayudar a prevenir la osteoporosis. El biólogo Paul Saltman, de la Universidad de California en San Diego, encontró que ratas cuya dieta era baja en manganeso presentaban porosidad en los huesos.
  • Una buena opción para las personas que tienen dificultades para tragar píldoras es Osteo Solutions, de Neways, un suplemento líquido de calcio y magnesio.
  • Tanto los hombres como las mujeres pierden hueso lentamente a medida que envejecen. A lo largo de toda su vida la mujer puede perder entre el 30 y el 50 por ciento del espesor del área cortical de sus huesos.
  • Según un estudio, las mujeres mayores de sesenta y cuatro años con niveles bajos de vitamina B12 (menos de 280 pg/ ml) son más propensas a la osteoporosis.
  • Un estudio dirigido por The Journal of Clinical Nutrition informó que las mujeres vegetarianas pierden una cantidad significativamente menor de hueso que las mujeres que consumen carne. La soya, los guisantes y las lenteja aportan proteínas y son ricos en calcio, como lo son los vegetales verdes. Asimismo, contienen abundantes cantidades de otras vitaminas y minerales.
  • El síndrome de Klinefelter causa una disminución en los niveles de testosterona en los hombres y conduce a la osteoporosis.
  • Un estudio publicado en la revista médica Journal of the American Medical Association reveló que las personas de edad avanzada que toman tranquilizantes sufren 70 por ciento más fracturas de cadera que las personas de su misma edad que no toman este tipo de medicamentos. Con frecuencia, las medicinas afectan al equilibrio. Hable con su médico sobre este efecto secundario antes de tomar cualquier medicamento.
  • Según un estudio, se habría identificado una conexión entre la osteoporosis y altos niveles sanguíneos del aminoácido homocisteína. La homocisteína participa en el metabolismo de la metionina, y normalmente se recicla como metionina o se convierte en cisteína dentro del organismo. Altos niveles de esta sustancia resultan en un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y derrames cerebrales.
  • La cafeína se ha asociado con la pérdida de calcio. En un estudio, adultos que recibieron 300 miligramos de cafeína eliminaron en la orina una cantidad de calcio mayor de lo normal. Otro estudio reveló que, en las mujeres, la cafeína se relaciona con disminución de la concentración mineral de los huesos.
  • Las bebidas carbonatadas contienen grandes cantidades de fosfatos. Los fosfatos hacen que el organismo elimine calcio junto con ellos, incluso si para lograrlo el calcio se debe extraer de los huesos.
  • Es común que se produzca desintegración de los huesos, con dolor en las caderas, parte baja de la espalda o piernas y fracturas vertebrales (normalmente afectan a personas mayores de cincuenta años).
  • A veces se puede realizar un procedimiento llamado balloon kyphoplasty, que consiste en insertar en la fractura vertebral un globo, inflarlo e inyectarlo con cemento óseo. Este tratamiento puede ofrecer apoyo y mitigar el dolor en la gente con algunas fracturas de la columna.
  • Se ha comprobado que el sodium fluoride, anteriormente considerado provechoso para reconstruir hueso, es ineficaz para tratar la osteoporosis. Aun cuando el sodium fluoride sí aumenta la masa ósea en la columna vertebral, ese hueso no es de buena calidad. En una investigación realizada por la Mayo Clinic de Rochester, Minnesota, la probabilidad de sufrir fractura de brazo, fémur o cadera fue tres veces más alta en las mujeres que tomaron sodium fluoride que en las que tomaron un placebo. Algunas de las mujeres que participaron en ese estudio también presentaron dolor inusual en la parte inferior de las piernas, quizás a causa de fracturas por esfuerzo.
  • A las personas que tienen osteoporosis a veces se les prescriben medicamentos como estos:
    • Alendronate (Fosamax). Un tipo de medicamento conocido como biofosfonato. Inhibe la reabsorción del hueso.
    • Calcitonin (se consigue con los nombres comerciales de Calcimar, Cibacalcin y Miacalcin). Sólo se puede comprar con prescripción médica. Al parecer el calcitonin previene la pérdida adicional de masa ósea en el 70 por ciento de las personas que lo toman. Quienes sufren o han sufrido de cálculos renales no deben utilizar esta droga.
    • Raloxifene (Evista). Un modulador selectivo de los receptores de estrógeno (SERM, por sus siglas en inglés). Actúa como un estrógeno en algunos aspectos, aunque no lo sea.
    • Teriparatide. Opera aumentando la acción de los osteoblastos, las células que forman los huesos. Esto hace que los huesos ganen en densidad y en resistencia ante las fracturas.
  • Todos estos medicamentos tienen efectos secundarios potenciales y no siempre son adecuados para todos. Si la masa ósea sigue bajando después de estar dos años en medicación, los médicos normalmente prescriben otra.
  • Frecuentemente se prescribe una terapia de reemplazo hormonal, aunque este tratamiento conlleva diversos riesgos. Antes de decidirse a seguirlo debería asegurarse de que los beneficios superan los riesgos.
  • El alendronate está siendo probado actualmente para la osteoporosis masculina.
  • Cuando la osteoporosis es inducida por haber tomado corticosteroides contra una enfermedad importante como la artritis, parece ser que los tratamientos con biofosfonatos previenen la pérdida ósea.
  • Dos hormonas cuya producción declina progresivamente con la edad son dehydroepiandrosterone (DHEA) y human growth hormone (HGH). Investigaciones sugieren que tomar suplementos de cualquiera de estas hormonas podría aumentar la fortaleza de los huesos y serviría para el tratamiento de la osteoporosis. 
  • Estudios llevados a cabo por la Organización Mundial de la Salud han llegado a la conclusión de que las personas que reciben suplementos de proteínas se recuperan antes de las fracturas de cadera que aquellos no los toman. Además, han descubierto que quienes toman suplementos tienen menos probabilidades de sufrir una fractura de cadera.
  • Un estudio publicado en marzo de 2000 en The Journal of Family Practice encontró que tomar vitamina C puede ayudar a prevenir el dolor nervioso después de una fractura.
  • Las pruebas para determinar si hay pérdida ósea son fáciles y no invasivas. Probablemente el método más confiable sea la absorciometría de rayosX de doble energía (DEXA por sus siglas en inglés). La exposición a la radiación en esta prueba es menor que en otros métodos. Otro test llamado collagen crosslinked Ntelopeptide (NTx) es especialmente útil para las mujeres, ya que muestra la rapidez con que se pierde masa ósea. Se hace con una muestra de orina.

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