Antioxidantes

Hay un grupo de compuestos llamados antioxidantes, que ayudan a proteger al organismo contra la formación de radicales libres. Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que les causan daño a las células porque deterioran el sistema inmunológico y conducen a infecciones y a diversas enfermedades degenerativas, como el cáncer y las enfermedades del corazón. Además, algunos científicos consideran que los radicales libres pueden ser la causa del proceso de envejecimiento.

Actualmente se conocen varios radicales libres que actúan en el organismo; los más comunes son derivados del oxígeno: radicales superóxido e, hydroxi, peróxido de hidrógeno, varios peróxidos grasos, radicales hipoclorito y óxido nítrico. Los radicales libres pueden formarse por exposición a la radiación y a agentes químicos tóxicos (como los del humo del cigarrillo, aire contaminado y productos tóxicos industriales o en el hogar, por sobreexposición a los rayos solares, o por diversos procesos metabólicos, como el desdoblamiento de las moléculas de grasa almacenadas para ser utilizadas como fuente de energía.

Los neutralizadores de los radicales libres (free radical scavengers), que se presentan de manera natural en el organismo, neutralizan y mantienen bajo control a los radicales libres. Algunas enzimas cumplen esta función esencial. Cuatro importantes enzimas que neutralizan a los radicales libres y que el organismo produce habitualmente son superóxido dismutasa (SOD, en inglés), metionina reductasa, catalasa y glutatiórt peroxidasa. También hay diversos fitoquímicos y nutrientes que actúan como antioxidantes, entre los cuales están la vitamina A, el betacaroteno, otros bioflavonoides y cartenoides, las vitaminas C y E, y el mineral selenio. Otro antioxidante es la hormona melatonina, un poderoso neutralizador de los radicales libres. Algunas hierbas también poseen propiedades antioxidantes.

A pesar de que muchos antioxidantes se obtienen en alimentos como granos germinados y frutas y vegetales frescos, es difícil obtener en los alimentos la cantidad que necesitamos para controlar los radicales libres que constantemente genera la contaminación de nuestro medio ambiente. Sin embargo, podemos minimizar el daño que nos producen los radicales libres tomando suplementos de nutrientes clave. Parece que consumir grandes cantidades de nutrientes antioxidantes protege de manera particular contra el cáncer.

Los antioxidantes parecen trabajar de forma sinergística para ofrecer su protección frente a los radicaleslibres, por eso es mejor tomar dosis pequeñas de varios de ellos que altas dosis de uno solo. Por ejemplo, a pesar de que el betacaroteno es an antioxidante excelente, la mezcla de varios carotenoides es más eficaz que el betacaroteno por si solo. Actualmente existen muchas combinaciones disponibles que hacen más fácil tomar múltiples antioxidantes diariamente. Seguidamente describimos algunos de los antioxidantes más importantes.

Ácido alfa lipoico (AlphaLipoic Acid)

El ácido alfa lipoico (ALA) es un antioxidante muy potente, tanto en solitario como "reciclador" de vitamina E y C. Puede restablecer las propiedades antioxidantes de estas vitaminas después de que han neutralizado los radicales libres. El ALA también estimula la producción de glutatión y contribuye a la absorción de la coenzima Q10, ambos importantes antioxidantes. El ALA se disuelve en agua y en grasa, por lo que puede llegar a todas las partes de las células para desactivar los radicales libres.

Los suplementos de ALA se llevan empleando en Europa casi tres décadas para tratar la degeneración de los nervios periféricos y para el control del azúcar sanguíneo en las personas con diabetes. También ayuda a eliminar los metales contaminantes del hígado, bloquear la formación de cataratas, proteger los tejidos nerviosos contra el estrés oxidativo y reducir el colesterol. Según Lester Packer, Ph.D., un experto en antioxidantes y profesor de la Universidad de CaliforniaBerkeley, el ALA podría jugar un papel muy importante en la prevención y tratamiento de enfermedades degenerativas crónicas como la diabetes y las cardiovasculares. Se sabe también que el ALA es un antioxidante metabólico porque sin él las células no pueden utilizar azúcar para producir energía. El organismo no produce grandes cantidades de ALA y al encontrarse naturalmente en sólo unos pocos alimentos (espinaca, brócoli, papas, brewer's yeast y órganos de animales) puede ser necesario tomar suplementos.

Ajo

Esta hierba es extremadamente versátil para la salud y también tiene propiedades antioxidantes. Los compuestos de sulfhídrico (azufre e hidrógeno) son chelators muy potentes de los metales pesados, uniéndose a ellos para facilitar su excreción. También son muy eficaces contra la oxidación y los radicales libres. El ajo ayuda a la desintoxicación de peróxidos como el de hidrógeno y contribuye a prevenir la oxidación de las grasas y su depósito en los tejidos y arterias. El ajo también contiene nutrientes antioxidantes como las vitaminas A, C y el selenio.

Los estudios realizados sobre el extracto de ajo envejecido (AGE, según sus siglas en inglés) han demostrado que el proceso de envejecimiento eleva sustancialmente su potencial antioxidante. El AGE protege contra la erosión del DNA y los daños de la radiación y los rayos del sol, además de cuidar la salud de venas y arterias. Según el investigador y nutricionista Robert 1San, Ph.D., el ajo envejecido puede prevenir las lesiones hepáticas causadas por el tetraclorido de carbono, un contaminante y generador de radicales libres muy común en los espacios interiores. En general, los suplementos de ajo envejecido ofrecen concentraciones mayores de los componentes más beneficiosos del ajo. Si le preocupa el "aliento de ajo" puede elegir variantes inodoras y sin gusto de ajo envejecido, como Kyolic, de Wakunaga of America. El extracto de ajo envejecido reduce el colesterol, rebajando así el riesgo de infartos y embolias; previene los coágulos — protegiendo así contra las enfermedades cardiovasculares — y contribuye a bajar la presión arterial.

Bilberry

Esta hierba (Vaccinium myrtillus) es el pariente europeo del blueberry que tenemos en los Estados Unidos. Es un poderoso antioxidante que mantiene fuertes y flexibles las paredes de los capilares. También ayuda a conservar la flexibilidad de las paredes de los glóbulos rojos y les facilita el paso a través de los capilares. El bilberry contiene antocianidinas, fitoquímicos que ayudan a bajar la presión arterial, inhiben la formación de coágulos y mejoran el suministro de sangre al sistema nervioso. Los estudios indican que las antocianidinas pueden proveer hasta cincuenta veces la protección antioxidante de la vitamina C. Además, esta hierba protege los ojos y puede potenciar la vista. Así mismo, protege y fortalece las estructuras colágenas, inhibe el desarrollo de bacterias, actúa como antiinflamatorio, combate el envejecimiento y tiene efectos anticancerígenos. Las pruebas realizadas han mostrado que el compuesto glucoquinina, que se encuentra en las hojas del bilberry, ayuda a reducir el azúcar en la sangre.

Burdock

Esta hierba (Arctium lappa) fue puesta a prueba por investigadores del Chia Nan College of Pharmacy and Science en Taiwán para examinar sus propiedades antioxidantes. Encontraron que es muy potente como antioxidante, siendo capaz de neutralizar los radicales peróxido de hidrógeno (hydrogen peroxide) y superoxido. También se demostró muy eficaz contra los radicales de hidroxilo (hydroxyl). El estudio concluyó que el burdock y la vitamina E eliminan más radicales cuando se emplean conjuntamente. El burdock puede ser eficaz contra el cáncer porque ayuda a controlar la mutación de las células.

Carotenoides

Cinc (Zinc)

Además de sus principales cualidades antioxidante (prevención de la oxidación de las grasas), el cinc es uno de los componentes de la enzima antioxidante superóxido dismutasa (SOD). El cinc es necesario para mantener un nivel adecuado de vitamina E en la sangre, y ayuda a la absorción de la vitamina A.

Coenzima Q10 (Coenzyme Q10)

Esta coenzima es un antioxidante similar a la vitamina E. Desempeña un papel preponderante en la producción de energía celular, es un importante estimulante del sistema inmunológico, mejora la circulación, combate el envejecimiento y es beneficiosa para el sistema cardiovascular. También denominada ubiquinone (de quinone, un tipo de coenzima, y de ubiquitous, en inglés, que significa que está en todo el cuerpo), las mayores concentraciones de esta coenzima se encuentran en el corazón, hígado, riñones, bazo y páncreas. Dentro de las mitocondrias, los centros productores de energía de las células, la coenzima Qio ayuda a metabolizar las grasas y los carbohidratos. También ayuda a preservar la flexibilidad de las membranas celulares.

En Japón, este elemento está aprobado para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva. Diversos estudios sugieren que la coenzima Qio también puede ser eficaz en el tratamiento del cáncer, SIDA, distrofia muscular, alergias, úlceras gástricas, miopatía, enfermedad periodontal, diabetes y sordera. Entre las fuentes naturales de la coenzima están las carnes, los cacahuetes, las sardinas y las espinacas.

Curcumina (Turmeric)

El fitoquímico curcumina se encuentra en la especia turmérico (curry) y tiene propiedades antioxidantes que previenen y neutralizan la formación de radicales libres. Pone freno a los cambios precancerígenos producidos dentro del DND y obstruye las enzimas necesarias para la progresión del cáncer. La curcumina detiene la oxidación del colesterol, protegiendo así contra la formación de placa en las arterias. En un estudio realizado con fumadores crónicos, aquellos que tomaron curcumirta excretaron cantidades sustancialmente menores de mutágenos (las sustancias que inducen la mutación de las células) en la orina, lo que refleja la eficacia con que su organismo ataca las sustancias cancerígenas. La curcumina también bloquea los compuestos tóxicos e impide que lleguen a los tejidos y que reacciones con ellos. Además puede ser útil para la prevención de cataratas.

Las personas que tienen una obstrucción del conducto biliar o que están tomando anticoagulantes nodel deben tomar curcumina porque esta sustancia estimula la secreción biliar y también hace la sangre menos densa.

Flavonoides (Flavonoids)

Los flavonoides son antioxidantes y chelators de metal muy potentes. Son compuestos químicos producidos por las plantas para protegerse de los parásitos, bacterias y de las lesiones celulares. Se conocen más de 4.000 flavonoides químicamente únicos; se dan en las frutas, vegetales, especias, semillas, nueces, flores y cortezas. El vino, especialmente el vino tinto, las manzanas, las blueberries, cebollas, los productos de soya y el té son algunas de las mejores fuentes de flavonoides. Algunos de ellos contenidos en las frutas y vegetales tienen una actividad antioxidante mucho mayor que las vitaminas C yE y el caroteno. De hecho, los flavonoides protegen a las vitaminas antioxidantes de los daños de la oxidación. Hay muchas hierbas medicinales que contienen cantidades terapéuticas de flavonoides. A menudo esa función es la principal dentro de la actividad medicinal de una hierba. Las fuentes naturales de flavonoides incluyen bróculi, tomates, soya, cebollas, manzanas y vino tinto.

Ginkgo Biloba

Esta hierba, es un poderoso antioxidante con efectos en el cerebro, la retina y el sistema cardiovascular. Se conoce principalmente por su capacidad para mejorar la circulación. Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association mostró que tiene efectos significativos sobre la demencia en las personas con Alzheimer y en quienes se están recuperando de una embolia cerebral. Otros estudios indican que puede mejorar la memoria a corto y largo plazo y mejorar la concentración. El ginkgo biloba también se emplea para tratar problemas auditivos, impotencia y degeneración muscular. Las personas que toman anticoagulantes por prescripción médica o analgésicos sin prescripción deben consultar con un profesional de la salud antes de probar esta hierba porque su combinación puede provocar hemorragias internas.

Glutatión (Glutathione)

El glutatión es una proteína que se sintetiza en el hígado a partir de los aminoácidos cisteína, ácido glutámico y glicina. Este potente antioxidante inhibe la formación de radicales libres y protege contra el daño celular que éstos ocasionan. Además, protege al organismo contra el daño producido por el humo del tabaco, la exposición a la radiación, la quimioterapia para el cáncer y toxinas como el alcohol. Como desintoxicante de los metales pesados y de las drogas, el glutatión sirve para el tratamiento de las enfermedades de la sangre y del hígado.

El glutatión protege a las células de varias maneras. Neutraliza las moléculas de oxígeno antes de que puedan hacerles daño a las células. Junto con el selenio, forma la enzima glutatión peroxidasa, que neutraliza el peróxido de hidrógeno. Además, es uno de los componentes del glutatión Stransferasa, otra enzima antioxidante de amplio espectro que desintoxica el hígado.

El glutatión no sólo protege a las células individuales del daño que ocasionan los oxidantes, sino también al tejido de las arterias, el cerebro y el corazón; a las células inmunes, los riñones, el lente del ojo, el hígado, los pulmones y la piel. El glutatión interviene en la prevención del cáncer, especialmente del hígado, y parece que también ataque a los carcinógenos haciéndolos solubles en agua y ayudando a su expulsión del organismo. Puede tener también un efecto antienvejecimiento. La rapidez con la que envejecemos está directamente relacionada con la presencia de concentraciones menores de glutatión en los fluidos celulares. A media que nos hacemos mayores, los niveles de glutatión descienden, lo que resulta en una menor capacidad para desactivar los radicales libres. Se puede tomar en suplemento. La producción de glutatión dentro del organismo puede estimularse por medio de suplementos de la hormona dehidroepiandrosterona (DHEA), Nacetilcisteína o Lcisteína y Lmetionina. Estudios han indicado queésta es una mejor manera de elevar el nivel del glutatión que tomando la propia proteína.

Melatonina (Melatonin)

Esta hormona pineal es un neutralizador muy eficaz de los radicales libres, y supresor del oxígeno singlet. Se llama así a aquellas moléculas de oxígeno "excitadas" que liberan excesiva energía causando daño a otras moléculas del organismo. Mientras que la mayoría de los antioxidantes funcionan sólo en ciertas partes de las células, la melatonina puede permear cualquier célula y cualquier parte del cuerpo. Es más, la melatonina parece que protege al mitocondrio contra los radicales libres. Se ha descubierto en experimentos de laboratorio que los suplementos de melatonina alargan la vida de los ratones. Otros experimentos con animales muestran que pueden inhibir el desarrollo del cáncer, modular el sistema inmunológico y proteger contra las enfermedades degenerativas. La unelatonina estimula la enzima glutatión peroxidasa, otro antioxidante.

Metionina (Methionine)

La metionina es un aminoácido único al neutralizar uno de los radicales libres más peligrosos, los hidroxilo. Los radicales hidroxilo normalmente resultan de la reacción entre metales pesados y otros radicales libres menos tóxicos, aunque también pueden formarse como consecuencia de una actividad deportiva excesiva o de la exposición a altos niveles de radiación. Pueden dañar cualquier tipo de tejido del organismo.
NAcetilcisteína (NAC)

Este aminoácido contiene azufre, y es necesario para producir glutatión y para ayudar a mantener un nivel adecuado del mismo en las células. La Nacetilscisteína es más estable que la cisteína y puede administrarse en forma de suplemento. El hígado y los linfocitos utilizan NAC para desintoxicarse de sustancias como el alcohol, tabaco y contaminantes ambientales, todos ellos potentes inmunodepresores. La NAC tomada como suplemento refuerza las enzima protectoras y frena el deterioro celular típico del envejecimiento. Asimismo, los suplementos ayudan a reducir la frecuencia y duración de las enfermedades infecciosas; se emplea para tratar el SIDA y la bronquitis crónica. Los diabéticos no deben tomar suplementos de NAC sin consultar con un médico o profesional de la salud porque puede interferir con la insulina.

Nicotinamida Adenina Dinucleótida (NADH)

También conocida como coenzima 1, la nicotina adenina dinucleótida con hidrógeno de alta energía (NADH según sus siglas en inglés), es la "chispa" que enciende la producción de energía en las células del organismo. La alta funcionalidad antioxidante de la NADH deriva de su capacidad para reducir los niveles de diversas sustancias. La NADH juega un papel central en la reparación y mantenimiento del ADN y en el sistema de defensa inmunológico celular. Las investigaciones muestran que la NADH también inhibe la autooxidación del neurotransmisor dopamina, lo que provoca la liberación de químicos tóxicos potencialmente dañinos para áreas sensibles del cerebro.

Proantocianidinas oligoméricas (Oligomeric Proanthocyanidians, OPCs)

Las OPC son sustancias naturales que se encuentran en diversos alimentos y fuentes botánicas. Son unos fitoquírrácos especiales, conocidos como flavonoides que tienen extraordinarias propiedades antioxidantes. Son muy solubles en agua y el cuerpo los absorbe muy rápidamente. Desde el punto de vista de la actividad antioxidante biodisponible, pruebas clínicas indican que pueden ser hasta cincuenta veces más potentes que la vitamina E y veinte veces más potentes que la vitamina C. Es más, las OPC trabajan junto con el glutatión para reciclar y restablecer la vitamina C que se ha oxidado, aumentando así la eficacia de ésta. Son capaces de traspasar la barrera hematoencefálica y proteger el cerebro y la médula espinal de la acción de los radicales libres. Además de su actividad antioxidante, las OPC protegen el hígado de los efectos nocivos del acetaminofén, un analgésico que no precisa receta médica; fortalecen y reparan el tejido conectivo, incluyendo el del sistema cardiovascular; refuerzan el sistema inmunológico y frenan el envejecimiento; también, moderan las reacciones alérgicas e inflamatorias reduciendo la producción de histamina.

Los OPC se encuentran en todas las plantas, aunque sus fuentes principales son los extractos de corteza de pino (Pycnogenol), elaborado a partir de un pino que habita en la costa francesca, y el extracto de semilla de uva obtenido de las semillas de las uva del vino (vitis vinifera). El Pycnogenol fue la primera fuente de OPC que se descubrió, y su proceso de extracción se patentó en la década de los 1950. Pycnogenol es la marca del extracto de corteza de pino, no un término genérico aplicable al OPC obtenido de otras fuentes.

Selenio (Selenium)

El selenio es un micromineral esencial que trabaja en combinación con la vitamina E para proteger los tejidos y las membranas de las células. Entre otras cosas, eleva el nivel de enzimas antioxidantes en las células. El selenio también es componente esencial de la enzima antioxidante gluta
tión peroxidasa (cada molécula de esta enzima contiene cuatro átomos de selenio). El objetivo de esta enzima es el perjudicial peróxido de hidrógeno del organismo, al cual transforma en agua. El selenio es un importantísimo guardián de las células sanguíneas, el corazón, el hígado y los pulmones. Además, intensifica la reacción de los anticuerpos frente a las infecciones.

El selenio se encuentra en numerosos vegetales, como ajo, espárrago y en granos, pero su nivel depende de la composición del terreno, el cual varía de una región a otra. El selenio debe ser tomado con mucha precaución, con una dosis diaria máxima de 400 microgramos (mcg). Las cantidades superiores a los 1.000 mcg (1 miligramo) puede ser tóxicas. Las mejores fuentes naturales de selenio son las nueces de Brasil (imás de 500 mcg por onza!), brown rice, marisco, huevos, atún y buckwheat.

Silimarina

Esta sustancia se extrae de la hierba milk thistle y se ha empleado durante siglos para tratar las enfermedades hepáticas. Sus ingredientes activos son varios tipos de flavonoides (antioxidantes muy potentes) conocidos colectivamente como silimarina. La silimarina protege el hígado contra el efecto nocivo de la oxidación y de las toxinas, las drogas, el alcohol. También promueve la renovación celular del hígado y aumenta el nivel de glutatión, la potente enzima antioxidante producida por el hígado.

Superóxido Dismutasa (SOD)

La enzima superoxido dismutasa (SOD) revitaliza las células y disminuye la destrucción celular. Neutraliza al más común — y posiblemente el más peligroso — de los radicales libres: el superóxido. Los radicales superóxido instigan la descomposición del líquido sinovial, el lubricante de las uniones del cuerpo humano. Cuando esto ocurre se produce fricción y, en última instancia inflamación. El SOD opera en sinergia con la enzima catalasa, que se encuentra en abundancia en el organismo. La catalasa elimina los residuos de peróxido de hidrógeno creados por las reacciones del SOD. También contribuye a la utilización del cinc, el cobre y el manganeso. Mientras que los niveles de SOD tienden a declinar con la edad, la producción de radicales libres aumenta. El potencial del superóxido dismutasa para combatir el envejecimiento es motivo de estudio actualmente.

Existen dos clases de SOD: cobre/cincSOD (Cu/ZnSOD) y manganesoSOD (Mn SOD). Cada una de estas enzimas protege una parte específica de la célula. Cu/ZnSOD protege el citoplasma, donde se producen radicales libres como resultado de diversas actividades metabólicas. Mn SOD protege las mitocondrias, orgánulos que contienen la información genética de la célula, y sede de la producción de energía celular.

Desde el punto de vista químico, existen dos variantes de esta enzima. La variante de cobre/cinc (Cu/Zn SOD) ejerce sus propiedades antioxidantes en el citoplasma de las células. Se trata de un fluido acuoso que rodea al resto de componentes celulares. La actividad metabólica que tiene lugar en el citoplasma resulta en la producción de radicales libres, y el Cu /Zn los neutraliza. La variante de manganeso (Mn SOD) está activo en el mitocondrio, la estructura interna de las células donde se genera energía. La producción de energía celular también provoca liberación de radicales libres.

El SOD se presenta de manera natural en el barley grass, el bróculi, la col de Bruselas, la col, el wheatgrass y la mayor parte de los vegetales verdes. El SOD también se encuentra en suplementos. Los que se venden en píldora deben tener recubrimiento entérico, es decir, deben estar cubiertos con una sustancia protectora que les permita llegar intactos al intestino delgado después de pasar por el ácido estomacal. Cell Guard, de Biotec Food Corporation, y KAL SOD3, de Nutraceutical Inernational Corporation son buenas fuentes de SOD.

Té verde (Green Tea)

El té verde contiene compuestos llamados polifenoles, incluyendo fitoquímicos que tienen propiedades antioxidantes, antibacterianas, antivirales y potenciantes de la salud. Las pruebas realizadas con epigallocatechin gallate (EGCG), un polifenol particular del té verde, muestran que es capaz de penetrar en las células del cuerpo y proteger el ADN de peróxido de hidrógeno, que es un radical libre muy fuerte. El té verde protege contra el cáncer, reduce el colesterol y disminuye la tendencia de la sangre a coagularse. Es posible que llegue a convertirse en una gran ayuda para perder peso, pues sirve para quemar grasa y para regular los niveles sanguíneos de azúcar e insulina. El té verde son simplemente las hojas secas de las planta de té.

Todos los tés verdes provienen de la especie Camelia sinensis, pero dependiendo de la zona donde crece y de su procesamiento pueden tener diferencias importantes. Predominan los tés chinos, un 90 por ciento de los que se venden; hay muchos tipos de tés de China, siendo el más conocido el lung ching (pozo de dragón). También son muy buenos los tés japoneses. Estos son básicamente de dos tipos, sencha y gyokuro. El sencha crece a plena luz solar, mientras que el gyokuro se mantiene unas pocas semanas en la sombra antes de su cosecha. Hay muchas marcas, pero la diferencia básica es que el gyokuro es más dulce y oscuro que el sencha, el cual tiene un sabor más cercano a la hierba. También cuesta el doble (cinco dólares /onza vs. dos dólares/onza). El té en polvo que se emplea en la ceremonia tradicional japonesa proviene del gyokuro.

El té negro fermenta naturalmente, transformando las taninas, unos fitoquímicos astringentes, en compuestos más complejos. El proceso de fermentación destruye algunos de los polifenoles en el té negro; en otra época se pensaba que esto lo hacía menos efectivo como antioxidante. Las pruebas demuestran que, en realidad, tanto en té negro como el verde contienen el mismo número de polifenoles antioxidantes, aunque puede haber diferentes combinaciones de estos agentes entre el té negro y el verde dependiendo del método de procesamiento.

Vitamina A (Vitamin A) y los carotenoides

Los carotenoides son una clase de fitoquímicos, unos pigmentos solubles en grasa que se encuentran en los vegeta amarillos, rojos, verdes y anaranjados. Constituyen una familia de antioxidantes muy potente que incluye el alfacaroteno, el betacaroteno, el licopeno, la luteína y la zeaxantina. De los más de quinientos carotenoides existentes en la Naturaleza, unos cincuenta pueden transformarse en vitamina A por el organismo. Los carotenoides suprimen el oxígeno singlet. Desde el punto de vista químico éste no es estrictamente un radical libre, pero puede ser muy reactivo y dañar las moléculas. Los carotenoides también actúan como agentes anticancerígenos, reducen el riesgo de cataratas y degeneración macular e inhiben las enfermedades cardíacas. Estudios demuestran que los carotenoides contenidos en el jugo de tomate (licopeno), zanahorias (alfa y betacaroteno) y espinaca (luteíria) pueden servir para luchar contra el cáncer ya que reducen las lesiones oxidativas y de otro tipo al ADN. Actuando en conjunto los antioxidantes ácido alfa lipoico, la coenzima Qio, y las vitaminas C y E ayudan a conservar los carotenoides en los tejidos.

El organismo transforma el betacaroteno en vitamina A cuando lo necesita y los restos sirven como antioxidante, rompiendo las cadenas reactivas de los radicales libres y previniendo la oxidación del colesterol. Reduce la oxidación del ADN y desactiva las moléculas de las especies de oxígeno reactivas generadas por la exposición al sol y la contaminación del aire, previniendo así lesiones oculares, de la piel y pulmonares. Un estudio de laboratorio reciente dictaminó que tomar dosis muy altas de suplementos de betacaroteno (50.000 UT o más al día) puede interferir con el control normal de la división celular. Es mejor tomar un complejo de carotenoides.
Entre las fuentes naturales de vitamina A están el hígado, la leche entera, los huevos, el queso cheddar y los alimentos con betacaroteno. Entre las fuentes naturales de carotenoides están las papas dulces, espinacas, zanahorias, maíz, sweet peppers, espirulina y kale.

Vitamina C (Vitamin C)

La vitamina C es un poderoso antioxidante que también fortalece a otros antioxidantes, como la vitamina E. Su solubilidad en agua la convierte en un neutralizador muy eficaz dentro de los fluidos corporales. Algunos estudios han mostrado que la vitamina C es la primera línea de defensa antioxidante del plasma contra diversas clases de radicales libres. Las células del cerebro y de la médula espinal, frecuentes víctimas del daño producido por los radicales libres, se pueden proteger con cantidades significativas de vitamina C. Esta vitamina también defiende contra la arterioesclerosis porque protege las paredes arteriales. Enpresencia de un fitoquímico llamado hesperidina, esta vitamina se convierte en un neutralizador de los radicales libres aún más potente.

Entre las fuentes naturales de la vitamina C están los cítricos, la papaya, las coles de Bruselas, el bróculi y las fresas.

Vitamina E (Vitamin E)

La vitamina E es un potente antioxidante que previene la oxidación de los lípidos (grasas). La oxidación de las grasas contribuye a la arterioesclerosis. La vitamina E es soluble en grasa y, como la membrana celular está compuesta de lípidos, actúa eficazmente protegiendo las envolturas de las células del asalto de los radicales libres y evitando su oxidación. La vitamina E también mejora la utilización del oxígeno, intensifica la respuesta inmunológica, previene las cataratas causadas por los radicales libres y reduce el riesgo de contraer enfermedades de las arterias coronarias. La variante natural de esta vitamina (dalfatocoferol) es superior a la variante sintética (dialfatocoferol). Estudios recientes indican que el cinc es necesario para mantener la concentración normal de vitamina E en la sangre. El selenio aumenta la absorción de la vitamina E. Estos dos nutrientes se deben tomar al mismo tiempo.

Para más información sobre dosis y aspectos a tener en cuenta con la vitamina E consulte la sección Vitaminas, en la Primera parte del libro. Entre las fuentes naturales están las nueces, el grano de soya, las semillas de girasol (sunflower seeds), el espárrago y las papas dulces.

Combinación de suplementos antioxidantes

Ningún antioxidante tiene la propiedad de proteger todos los sistemas del organismo ya que cada uno de ellos actúa sobre funciones u órganos distintos. En el comercio se encuentran productos que combinan dos o más de estos nutrientes vitales. Por lo general, tomar suplementos combinados es más conveniente que tomar muchos productos distintos individualmente.