Enfermedades de transmisión sexual

Hay múltiples enfermedades que se contagian exclusiva o fundamentalmente por medio del contacto sexual. Entre esas enfermedades están SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o sida), chancroide, clamidia, gonorrea, LGV (lymphogranuloma venereum, o linfogranuloma venéreo), granuloma inguinal, herpes genital, sífilis y tricomoniasis, así como algunos tipos de hepatitis. La candidiasis genital también se puede transmitir por medio del contacto sexual. Las ladillas (piojos púbicos) y la sarna también se transmiten sexualmente pero se las considera como infestaciones parasitarias más que como enfermedades infecciosas.

Esta sección trata sobre dos de las enfermedades de transmisión sexual más comunes: gonorrea y sífilis.

La gonorrea es producida por un microorganismo llamado Neisseria gonorrhoeae, que se conoce comúnmente como gonococo. En 2002, los U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) registraron 351.000 casos en los Estados Unidos. Aproximadamente el 75 por ciento de esos casos afectaron a personas de entre quince y veintinueve arios. No es una enfermedad frecuente en Estados Unidos, pero tampoco es rara. En las mujeres, la gonorrea a veces no produce síntomas. Pero entre los síntomas que puede producir están micción frecuente y dolorosa, flujo vaginal, sangrado menstrual anormal, inflamación aguda del área pélvica y escozor en el recto. En los hombres, la gonorrea normalmente sí produce síntomas, como secreción uretral amarillenta y purulenta, y dificultad para orinar o micción lenta y dolorosa. Los síntomas suelen aparecer entre dos y 21 días después del contacto sexual.

Cuando no se trata, la infección puede desplazarse por el torrente sanguíneo hacia los huesos, las articulaciones, los tendones y otros tejidos, y producir una enfermedad sistémica con fiebre moderada, dolor generalizado, inflamación de las articulaciones y, en algunas ocasiones, lesiones cutáneas. En este punto es difícil detectar el organismo y con frecuencia la enfermedad se diagnostica erróneamente como artritis. En los hombres, la gonorrea puede llevar a complicaciones como esterilidad y constricción de la uretra. En las mujeres, la infección se puede extender al útero y a las trompas de Falopio, resultando en una enfermedad inflamatoria pélvica (PID, por sus siglas en inglés). Esto puede da lugar a un embarazo ectópico e infertilidad en hasta el 10 por ciento de las mujeres afectadas.
Los casos de sífilis son bastante raros en los Estados Unidos, pero parece que la enfermedad está resurgiendo. De hecho, entre 1999 y 2000 declinó un 89 por ciento, pero desde entonces ha ido progresivamente en aumento, alcanzando actualmente unos 7.100 casos al año. La incidencia de la enfermedad se ha multiplicado por doce entre los hombres homosexuales y bisexuales, según informan los CDC. No sólo eso, sino que ha emergido una cepa resistente a las medicinas normalmente empleadas en el tratamiento más común (azithromycin [Zithromax] en tableta). El resultado es que se está volviendo a administrar en algunas áreas un tratamiento más antiguo (y muy doloroso), consistente de inyecciones de penicilina en ambos glúteos.

La sífilis es causada por un tipo de bacteria llamada Treponema pallidum. Esta enfermedad se contrae ocasionalmente mediante el contacto físico estrecho, como besarse, así como también a través de la relación sexual. Cuando no se trata, la enfermedad evoluciona a lo largo de muchos arios y pasa por tres etapas básicas. En la primera etapa (de tres a noventa días después del contacto) aparece un chancro, es decir, una úlcera roja e indolora, en el punto por el cual la bacteria entró en el organismo. En la segunda etapa (entre cuatro y diez semanas después del contacto), aparece una erupción y parches de tejido escamoso en la boca, palmas de las manos, suelas de los pies o en el área genital. Además, pueden presentarse síntomas sistémicos que suelen ser leves: dolores de cabeza, náuseas y malestar generalizado. Cuando la enfermedad avanza hasta la tercera etapa (lo cual no es frecuente en Estados Unidos), puede presentarse daño cerebral, sordera, enfermedad cardíaca y/o ceguera. La enfermedad puede estar incubándose hasta veinte años.

A menos que se indique otra cosa, las dosis que se recomiendan a continuación son para personas adultas. La dosis para los jóvenes de doce a diecisiete años debe equivaler a tres cuartas partes de la cantidad recomendada.

 Hierbas

• La alfalfa es buena fuente de vitamina K, que es necesaria para la coagulación de la sangre y para la curación. Los antibióticos acaban con las reservas de esta vitamina.
• El astragalus ayuda a reforzar el sistema inmunológico.
• La echinacea, el goldenseal, el pau d'arco y la suma ayudan a aliviar los síntomas. Alterne entre dos o más de estas hierbas. Tome tres tazas de té de hierbas todos los días, o tome las hierbas en cápsula o en extracto, de acuerdo con las indicaciones de la etiqueta.
  Advertencia: No tome goldenseal todos los días durante más de una semana seguida. Esta hierba se debe evitar durante el embarazo y se debe utilizar con precaución cuando hay alergia al ragweed.
• La hierba hops contribuye a mitigar el dolor y el estrés.
• El red clover funciona como un antibiótico y agente antiinflamatorio, y ayuda a relajarse.
• La hierba suma estimula el sistema inmunológico y ayuda a prevenir el estrés. A veces se conoce esta hierba como el ginseng brasileño.

Recomendaciones

• Mientras la infección esté activa, utilice condón de látex (no de piel de oveja) para cualquier actividad sexual. Estas enfermedades son altamente contagiosas. Sin embargo, tenga en cuenta que usar condón no garantiza una protección total contra las enfermedades de transmisión sexual. La única manera de evitar el riesgo de transmitir la infección es abstenerse de tener relaciones sexuales.
• Si usted está tomando penicilina u otro antibiótico para alguna enfermedad de transmisión sexual, no deje de incluir en su dieta diaria algún tipo de acidophilus para reemplazar las bacterias "amigables".

Aspectos para tener en cuenta

• Los antibióticos son el tratamiento usual para la sífilis y para la gonorrea. Aunque la persona se sienta mucho mejor y sus síntomas se hayan mitigado, es importante no suspender el antibiótico prescrito por el médico antes de terminar el tratamiento. No suspenda el medicamento antes de tiempo.
• Muchos profesionales de la salud consideran que la displasia cervical (una enfermedad precancerosa que se caracteriza por el desarrollo de tejido anormal en el cuello del útero) es una enfermedad de transmisión sexual. Ellos creen que es producida por papilomavirus, el mismo virus que causa las verrugas venéreas.
• Muchas enfermedades de transmisión sexual cuya incidencia había disminuido ahora se presentan con mayor frecuencia. Muchos expertos encuentran una relación entre este fenómeno y la epidemia de SIDA; el SIDA aumenta la susceptibilidad a todo tipo de enfermedades.

Si un niño tiene una de estas enfermedades, es un síntoma automático de abuso sexual por lo que hay que actuar en consecuencia.